Con la aparición de los antibióticos en la terapéutica médica se hizo patente el problema de resistencia bacteriana, un hecho oculto hasta ese momento a los seres humanos, pero existente en el mundo microbiológico. Los antibióticos que utilizamos para el tratamiento de pacientes afectos de infecciones, usualmente son copia o modificación de sustancias elaboradas por microorganismos. Para sobrevivir por millones de años los microorganismos tuvieron que desarrollar simultáneamente mecanismos de protección contra otras especies (antibióticos) y antídotos contra los mecanismos de protección (resistencia a los antibióticos) de esas otras especies.
MECANISMOS DE RESISTENCIA:
Un antibiótico requiere ingresar a la bacteria, mantenerse intacto hasta llegar a su lugar de acción y luego unirse al punto donde va a ejercer su función en la bacteria
Uno de los mecanismos mas usados por la bacteria es disminuir o evitar la presencia del antibiótico en su interior modificando su permeabilidad, alterando su mecanismo de transporte activo en la membrana celular o generando mecanismos de eliminación activa del antibiótico.
Si un antibiótico supera este paso, entonces enfrenta a sustancias, generalmente enzimas producidas por bacterias, que modifican su estructura y lo inactivan. Ejemplo de esto son las betalactamasas que destruyen en anillo betalactámico de grupos de antibióticos como penicilinas y cefalosporinas, o las fosforilasas y acetilasas que inactivan a los aminoglicósidos
Por último, las bacterias pueden modificar o cambiar sus puntos de unión para los antibióticos, evitando así que el antibiótico pueda ejercer su acción, teniendo como ejemplo el estafilococo meticilino resistente, el pneumococo penicilino resistente y el enterococo multiresistente
Todos estos mecanismos de protección los desarrolla la bacteria modificando su información genética, a veces con variaciones sencillas, o variando grandes segmentos de su código genético (transposomas). La información puede archivarla para usarla cuando la necesite y además transmitirla dentro de su misma especie o a otras especies mediante plásmidos o bacteriófagos.
PROBLEMAS ACTUALES:
En el ámbito hospitalario actualmente hay problemas con una serie de bacterias, entre ellas las más importantes son las bacterias gram negativas.
Otro problema importante a nivel nosocomial es la aparición de estafilococos meticilino resistentes, los que tienen la habilidad de adherirse a materiales plásticos, y originan infecciones graves en pacientes en los que se colocan catéteres, prótesis, injertos vasculares, etc. Estos estafilococos no responden a los antibióticos betalactámicos, requiriendo antibióticos altamente complejos como los glicopéptidos.
Existen países con alta tasa de aislamiento de pneumococo resistente como España y Estados Unidos, describiéndose zonas donde el nivel de aislamiento de cepas con alta resistencia a penicilina supera el 50%. En el Perú existen una serie de trabajos, Fukuda y Janoff, presentan estudios realizados en 1993 que describen un 3% de cepas con resistencia intermedia a penicilina para ese año.
A nivel mundial viene creciendo el problema de Haemophylus productor de betalactamasas y Moraxella catarralis resistente a betalactámicos. Solo tenemos un estudio del Dr. Guevara Duncan que describe cerca al 5% de cepas de Haemophylus influenza productoras de betalactamasas.
El Perú tiene problemas sumamente serios en lo que respecta a resistencia en infecciones muy comunes y que afectan masas de poblaciones de escasos recursos como son infecciones gastrointestinales y tuberculosis. Areas de interés de los cuales tenemos información escasa en nuestro medio son las infecciones causadas por gonococos resistentes y estreptococos piogenes resistentes a eritromicina, entre otros.
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